La válvula termostática de los radiadores sirve para regular la temperatura de calefacción en las distintas habitaciones. Las válvulas convencionales regulan la temperatura de forma poco eficiente, ya que no regulan la temperatura en función de la temperatura de la habitación. En cambio la válvula termostática lleva incorporada sensores que permiten regular el caudal que pasa por el radiador en función de la temperatura establecida. Cuando se alcanza la temperatura deseada, la válvula se cierra y ya no pasa agua caliente por ese radiador, ahorrando energía. En cambio en otras zonas de la casa más frías puede seguir funcionando el radiador. Esta es de las medida de ahorro energético menos costosas y que se puede aplicar en cualquier sector, tanto residencial como terciario. Válvula termostática convencional Las más sencillas incorporan una escala del 0 al 5, en la que la posición cero indica que la válvula está cerrada y cinco la posición máxima. La válvula Honeywell Home T5019W0, por ejemplo, ofrece este sistema, con un diseño compacto y con la garantía de una de las mejores fabricantes del mercado. Válvula electrónica El inconveniente de las válvulas anteriores es que el ajuste lo tienes que hacer de forma manual y no puedes programar la válvula en función de la hora o del uso. Si lo que quieres es controlar la temperatura del radiador a distancia o incluso controlar la temperatura en cada una de las habitaciones por separado a través de internet, necesitas modelos más avanzados. Estos modelos funcionan con válvulas electrónicas que incorporan tecnología wifi y sistemas electrónicos de control. Este tipo de válvulas permiten programación horaria. Este tipo de control, permite un ahorro adicional respecto a las válvulas termostáticas. Para este tipo de válvulas hemos seleccionado el modelo Hama 00176592. Este modelo cuenta con las características anteriores y el fabricante es un referente en productos electrónicos.